Dibujando…(part. I)

Trabajaba en una de las Torres de Parque Central y agarraba mi carrito Av. Bolívar San Martín todos los días. Cuando me montaba siempre leía la pancarta grandotota que estaba (o esta ya no se) detrás de La Cristóbal Rojas que decía: Se dictan Cursos de Comics.

Me llamaba muchísimo la atención, y siempre que pasaba por allí decía: un día de estos voy a estudiar allí. Todo el mundo me decía que dibujaba muy bien. Pero quería mas, mi mente volaba e imaginaba que aprendía técnicas de dibujos , pinceles, muchísimos lápices y hojas de papel, una mesa… y allí se me pasaba el rato pensaaando en medio del trafico, vendedores ambulantes y el calor de las 5:00 hasta que llegaba a cerca de mi casa y pegaba mi respectivo gritico: “Por donde pueda por favor”

Un día me escape de la oficina y agarre y me lance caminando desde parque central hasta allá entaconada. Cuando llegue me conseguí con una escuela con muchísima mística y mucho amor pero en el medio de la desidia total. Creo que es uno de los lugares más deplorables que tiene Caracas.

Entre y me conseguí con un fabuloso Maestro de nombre: Julio López, que con un poco de asombro tal vez por la pinta que llevaba o porque no era una Chamita me dijo que fuera el sábado para hacer una prueba.

Yo también me asombre muchísimo. Creo que más que asombro fue emoción. Los salones llenos de mesas de dibujos y las paredes repletas de caricaturas hechas por personas que como yo amaban dibujar. Niños, jóvenes y uno que otro adulto contemporáneo (pa’ no decir viejo) se escapaban de tanta tarea, tanto trabajo, tanto peo, trafico, peleas, miedos y se venían a esta pequeña escuela a dibujar, a que la imaginación volara.

Una de las cosas que mas me llamo la atención del Profesor Julio López (creo que es lo que primero que llama la atención a todo el mundo que lo conoce o que lo ha visto alguna vez) es su anillo de SUPERMAN. Woowww!! cuando lo vi dije: Aquí es el sitio!!!
Salí de allí muy contenta directo a mi oficina otra vez. Las mensualidades eran (creo que siguen) baratísimas y las podía pagar fácilmente.

El sábado me pare con esfuerzo por la rumba en “La mosca” del día anterior. Me puse mi blujinsito, cero maquillajes y listo me lance con un par de lápices de Hello kitty y una goma de borrar que tome prestada de la cartuchera de Andrecito (mi sobrinito) y un bloc. Fui a mi encuentro con mi nueva escuela y con mi vieja pasión… El Dibujo…

Me baje en la Av. Bolívar y me llegue a la escuela. Los alrededores son muy deprimentes. Había varios recogelatas medio molestos porque el Profesor Julio los había echado a gritos y había lavado con cepillo y manguera la entrada de la Escuela y estaba en vigilia esperando que todos los alumnos de esa clase llegaran…

Continua…